Este chaval lleno de tatuajes se pasa el día alucinando con el cuerpazo que tiene su madrastra, y todavía no sabe cómo el viejo de su padre ha tenido la suerte de casarse con ella. Un día se ponen a hablar y la tetona le confiesa que su padre ya no se la folla como antes y que está pensando en ponerle los cuernos con algún tío de Internet. La solución que le propone es que sea él quien se la folle y que así todo quede en familia, dándole el hijastro el sexo duro que la muy puta estaba buscando.