Cada vez están más de moda los salones de masajes con final feliz a la vista de que por un módico precio tienes la oportunidad de que te saque la leche una zorra a la que no conoces y que posiblemente te ponga muy caliente. Esta guarra es una de esas masajistas y sabe perfectamente cómo tiene que tratar a su cliente, haciéndole un buen pajote con las tetas al aire. Le agarra la polla con las dos manos y va cambiando el ritmo en varias ocasiones hasta que consigue poner al tío al límite y suelta la leche entre sus dedos.