El camello de esta drogadicta le ha hecho una oferta que la zorra no puede rechazar. Le dice que si pasa un fin de semana con él y con uno de sus amigos le dará droga durante todos los días y dejará que esté colocadísima sin ningún tipo de límite. La zorra les dice que adelante, por lo que comienza a fumar y a drogarse y mientras lo hace ya les chupa las pollas y se deja follar por sus agujeros. No les pone ningún impedimento en que le metan los rabos a pelo y que la dominen a fondo, porque lo único que quiere la guarra es estar colocada.