Su joven sobrina está pasando unos días en casa y está aprovechando para marcarse unas fiestas de borrachera tremendas. Por eso cuando él vuelve de trabajar por la mañana se la encuentra dormida y sin enterarse de nada. Uno de los días le toca el chochito, viendo que lo tiene súper depilado y sabiendo que no se va a mover le mete la polla. Se la está follando un buen rato intentando no despertarla y para no darle las embestidas de la corrida con la polla dentro, lo que hace es poner el rabo en la entrada de su coñito rosado y correrse ahí.