Su madre está celebrando la Pascua con su marido, o al menos esa es su intención. Se ha puesto un disfraz sexy de conejita y se ha ido a la cama a ponerse a cuatro patas con un consolador metido en el agujero del culo. Se cree que quien la va a encontrar es su marido, pero en realidad es su hijo. Y el chaval lleva un calentón tan grande que no puede resistirse a follársela. Minutos después la madre nota que no es su esposo el que la folla y se da la vuelta, encontrándose a su hijo con cara de salido metiéndosela. Pero como ya lleva un rato follándola al final decide dejar que se la siga metiendo.