Después de enterarse de que su novia es una infiel de mierda, este tío decide vengarse y organizarle un polvo inesperado para que demuestre lo puta que es. El tío le dice a su zorrita que van a hacer algo morboso, le venda los ojos y luego llama a un colega para que se la folle en su lugar. Cuando se quita la venda y ve que no es su novio el que se la folla la tía no se sorprende tanto como cabría imaginar y sigue disfrutando del polvo. Está claro que es una guarra y que su novio es un cornudo, por lo que la perra acaba corriéndose de gusto con la follada del extraño.