Todas las pollas del mundo reaccionan al unísono cuando ven en acción a la chupona SukiSuki, que a base de chupar y chupar se ha acabado convirtiendo en la guarra a la que todos querríamos tener entre las piernas. La muy zorra tiene garganta profunda y un aguante bestial, chupando bien, pero siendo todavía mejor en lo que se refiere a aguantar mientras el novio le folla la boca de una manera salvaje. Se la mete sin parar hasta el fondo y la guarra no se ahoga en ningún momento, ni siquiera cuando se la mete más hasta el fondo y casi hace que vomite.