Cualquier excusa es buena para que Jordi invite a jovencitas a su apartamento con la intención de follárselas. Esta vez el tío consigue convencer a una chica de 19 años que se llama Gala y que tiene no solo un cuerpazo, sino también una sonrisa de lo más morbosa. Lo hace prometiéndole que podrá probar la realidad virtual, aunque mientras lo está haciendo el tío ya le frota la polla por todo su cuerpo. Poco después comienzan a follar y le mete un buen polvazo a la putita reventándola en todas las posiciones hasta que se corre en su cara. Sobre todo fijaros en el culazo que tiene la cerda y en cómo se lo agarra con las dos manos mientras le está dando duro.