Aunque por dinero Lisey Sweet no necesita robar, esta rubia madurita tiene la necesidad de hacerlo porque es cleptómana y no lo puede evitar. El problema para ella es que hay veces en la que la descubren y eso lleva a que le pongan multas o que incluso exista el riesgo de que la denuncien a la policía. El guardia de seguridad de esta tienda le da una alternativa a esto y le dice que si le come la polla y se abre de piernas, hará la vista gorda. Al principio no está entusiasmada con comerle la polla al tío, pero lo hace sumisamente y también deja que se la folle duro encima de la mesa en su despacho.