El padre de Lily Glee ha descubierto que la chica es una calientapollas que anda aprovechándose de un chico más tonto que las piedras. La pilla justo antes de que le dé un beso al chaval y le dice que se meta en casa. Ahí está dispuesto a darle una lección violándola para que vea lo que pasa con putas como ella. Le da unos azotes, la pone de rodillas a que se trague su rabo hasta el fondo de la garganta y luego se la folla brutalmente. Le dice que la próxima vez que quiera rabo, solo tiene que pedírselo a él y se la follará encantado.