A la joven hija de esta mujer asiática la han cazado robando en una tienda de ropa y el guardia se la ha llevado a su despacho para abusar de ella como castigo. Pero la mujer llega para salvarla porque sabe que su hija es muy inocente y estará cagada de miedo. La madre negocia con el guardia y le dice que ella le comerá la polla y dejará que se la folle a cambio de que libere a su hija y no le haga nada. Al hombre le viene perfecto al ver lo puta que puede llegar a ser la madre, así que se la folla bien duro encima de la mesa con el morbo de saber que la hija lo está viendo todo.