Esta madre ya llega a casa y se encuentra a su hijo con la polla en la mano pajeándose en pelotas. Se enfada con él al principio, pero sabe que su responsabilidad como madre consiste en ayudarle a que esa situación sea un poco más llevadera para el chaval. Por eso lo que termina haciendo es echarle una mano, agarrar su polla con sus manos de zorra madura y comenzar a hacerle un pajote ella misma. La muy puta no se detiene hasta que ha visto cómo toda la leche que había en los huevos de su hijo termina saliendo fuera con una buena corrida.