Estaba en el gimnasio y no pude evitar ver este bombón mexicano. Ya la había visto varias veces, así que sin medir palabras le toqué el culo y le pedí follármelo. Ella no se opuso, la muy puta le gusta tanto la polla que se va follando a cualquier extraño que se le atraviese. Con esa cara de puta y mamadora, le puse mi polla en la boca, luego le romí el leggins y me la follé de perrito ¡Que puta más rica!