Nikki Sweet necesita un nuevo puesto de trabajo y con la intención de conseguirlo se ha tomado la libertad de irse a la casa de su entrevistador. Lo que quiere es tener un momento más personal con él y demostrarle que hará lo que sea por conseguir el puesto. Eso en boca de una puta como esta significa que se lo va a follar hasta dejarle la polla rota de tanto metérsela en el chocho. Y por supuesto, es lo que ocurre, con la guarra yendo a por el tío, chupándosela en varias posiciones y después pidiéndole entre gemidos que se la folle más y más fuerte.