A esta pareja española siempre le había atraído la idea de hacer un trío, pero siempre con la exigencia de que la mujer tenía que tener la oportunidad de magrearse con la otra tía. Eso significaba encontrar a una bisexual a la que le gustara que le comieran el coño, que le tocaran las tetas y que se la follaran por igual. Cuando la encuentran se quitan toda la vergüenza de que les graben y echan un polvazo entre los tres. Eso sí, al tío se le ve el plumero, porque desde el primer momento ignora a su pareja y lo que hace es follarse a la bisexual sin parar.