La casa abandonada a la que ha ido esta pareja a follar se ha vuelto famosa porque a lo largo del día no son pocos los que la usan para lo mismo: para echar polvos. Este chaval se ha llevado a su novia, una zorrita con vestido que tiene pinta de inocente, para meterle la polla. Está follándola un poco, luego la pone de rodillas a tragar su rabo e intenta hacerle garganta profunda, aunque la chica se resiste, y termina volviéndola a tumbar en misionero para poder penetrarla y correrse de una vez. Todo sin saber que alguien les está grabando con el móvil.