Las clases de este profesor de ballet van a cambiar de manera radical a partir de este día, porque el hombre se ha divorciado y tiene una necesidad loca de meter su polla en un agujero. Lo que le parece más conveniente es enseñarle a sus tres mejores alumnas la polla y ver cómo reaccionan. Las tres se quedan con la boca abierta, pero para sorpresa y satisfacción del profesor lo que hacen es acercarse a él y compartir la polla chupándola a tres bandas. Las zorritas son unas buenas putas y se colocan a cuatro patas para que el profesor se las folle por turnos y que así pueda quedar satisfecho.