Esta es la típica putita asiática con un buen cuerpo, una cara bonita y uno de esos perfiles que atraen y dan ganas de follar duro. Si te la intentaras ligar en una discoteca en tu país, no mojabas ni de coña. Pero yendo de viaje a países de Asia como Tailandia, lo único que necesitas para meterle la polla son unos pocos euros. Y las zorras se dejan hacer cualquier cosa, porque para ellas es un buen montón de dinero y además tienen el incentivo de que se las folle un tío occidental que seguramente tenga la polla más grande que la guarra haya llegado a probar en su vida.