Llevaba mucho aguatando las ganas de hacerlo, pero hoy ha sido el día. Mi sobrinita es una rubia delicada y hermosa que me tiene cachondo desde hace tiempo. La he encontrado dormida y aprovecho para meterle la polla sin que se dé cuenta. Le meto el dedo, le chupo el coño, la pongo a mamar y luego me la follo sin que ella mueva un dedo, esta tan profunda que solo se acordará que me la folle en sus sueños más húmedos.