Al encontrarse a su hermanita durmiendo desnuda este tío no se puede resistir a tocarle el culo y meterle los dedos en el chochito. Que no se mueva es una muy buena señal, puesto que va a tomarse la libertad de abrirle un poco el agujero, poner la polla en la entrada del coño y comenzar a penetrarla. La guarra se despierta, pero ni se inmuta y sin saber ni siquiera quién se la está follando se limita a disfrutar de la follada y a notar cómo la polla le entra y le sale. El hermano se da un homenaje con el coño de la zorrita mientras con la mano le aprieta bien el culazo.