Ha llegado el cumpleaños de su hermanastra y este tío no tiene absolutamente nada para ella. Solo le regala un cupcake y la chica se queda con cara de enfado. Por eso el hermanastro tiene que improvisar algo distinto. Le dice que si no quiere comerse el cupcake le puede dejar su polla para que se la chupe, a lo que la zorrita responde agachándose para chupar. Luego el hermano se la folla y la deja bien satisfecha. Un rato después se van en coche y la guarra se ha quedado tan enganchada que le vuelve a hacer una mamada.