Su hermanita es un poco patosa y le ha roto el mando de la consola. Y no es precisamente que un mando cueste dos duros, así que su hermano se ha enfadado hasta el punto en el que la pone a chupar polla como forma de compensarle. La sorpresa es que la zorrita se la chupa de fábula, por lo que el tío la quiere recompensar tocándole el chochito y dándole placer. Cuando ya nota que tiene el coño empapado, el hermano no se corta y se la mete hasta el fondo, follándosela rápido hasta que se corrre en su boca y cara.