Este tío había decidido vender a su novia africana para que se la follara un español y le diera bien duro. Pensaba que podría quedarse mirando todo lo que pasaba, pero lo que se encuentra es que se pone demasiado cachondo y al final tiene que unirse al polvo para desfogar el calentón que lleva. La zorra está encantada de tener no solo una polla para ella, la del actor porno tatuado que la revienta bien, sino que también se la folla su novio y así tiene dos rabos atravesándola, uno por el coño y otro hasta el fondo de su boca.