Una cosa es hacer garganta profunda y otra muy distinta que te follen la boca de manera que casi te ahogues mientras estás tragando rabo. Eso es lo que le pasa a Shaiden Rogue, a quien ha pillado por banda un tío bastante bruto que desde el primer momento no para de clavarle el rabo hasta el fondo para intentar llegar lo más adentro posible de su boca. A la zorra se le caen las lágrimas, está a punto de desfallecer y el cabrón lo único que hace es seguir follándole la boca más y más brutalmente. Llega un momento en el que ya no puede más y le suelta una descarga de leche en la cara y la boca que la deja a la puta destrozada.