Brianna Beach está deseosa de tener sexo con un jovencito y sabe que la forma más fácil de conseguirlo es aprovechando la presencia de su hijo en casa. Tiene buenas razones para follárselo a espaldas de su marido. Una de ellas es la pinta de friki que tiene el hijo, lo que le ha impedido follar todavía. A la madre le da morbo quitarle la virginidad y un día no se puede contener. Le pone caliente, le dice que le chupe los pies y que le coma el coño, a lo que la madre responde con una mamada y dándole indicaciones para que se la folle.