Esta rubia es tan puta que no se puede resistir a los encantos del fontanero negro que viene a su casa a hacer una chapucilla. Le come la polla en la cocina y luego se van a la ducha a follar sin límites. Poco después el novio de la tetona llega y cree que se está dando solo una ducha, sin saber que detrás de la cortina está el negraco hincando polla en su chocho. La tía lo que hace es acabar el polvo con el negro, salir de la ducha e irse a follar con su novio para distraerle y que el fontanero pueda salir por patas.