Su zorrita le está haciendo una mamada en el baño de un restaurante donde hay alguien que está llamando a la puerta todo el rato porque quiere entrar. Pero eso no impide que el tío le difga a su puta que se lo tome con calma y que chupe en condiciones, metiéndose la polla hasta el fondo de la garganta y tragando de una forma brutal. Después de mucho rato chupándosela el tío le dice que abra la boca y se pajea delante de ella. La guarra pensaba que se correría en su cara, pero lo que hace es soltarle la leche en la boca, algo que no le hace ni puñetera gracia. Escupe el semen rápidamente y le comienza a dar guantazos al tío quejándose muy enfadada mientras él acaba de correrse encima del suelo.