Esta zorra se acaba de ir de vacaciones a Los Ángeles sin su marido, porque el hombre tiene trabajo y no puede moverse de su ciudad. Y en lo que ha pensado es en que puede ser el momento ideal para cumplir una de las fantasías que lleva tanto tiempo aplazando: la de que se la folle un buen negrazo. La guarra contacta con uno en Tinder y queda rápidamente para que venga a follársela. Y el negro no solo tiene un buen armamento con el que reventarla, sino que además está loco de ganas de tener la polla metida en el coño de una puta madurita rubia como ella.